En estos días que se acerca la celebración de Thanksgiving, para muchos estadounidenses la más significativa de las festividades, es bueno recordar que los latinos también celebran la fecha solo que a su manera.

No es que se esté en contra de la tradicion o el significado de la festividad –aunque hay algunos latinos que directamente le llaman ‘la conquista’ a lo que se celebra esa noche-. Pero sí ciertamente las familias Latinas le ponen su particular toque a lo que es supuestamente una noche de pavo, puré de papa, pastel de manzana y el resto de platillos que se devoran en la noche de Thanksgiving o el Día de Acción de Gracias.

Para comenzar, ese tradicional pavo puede fácilmente convertirse en un lechón –si es un hogar puertorriqueño- o acompañarse o sustituirse con carnitas o tamales. No es extraño que haya arroz en un menú de un hogar latino en esa noche de Thanksgiving. Y por qué no, arroz y frijoles. O incluso tostones o plátanos.

Y si es pavo, con seguridad el relleno será diferente del típico ‘turkey’ que mucha gente come: una cena latina de Acción de Gracias tendrá relleno de chorizo por ejemplo. Y no es extraño que haya jamón en lugar de o junto al pavo.

El postre de una tradicional cena de Thanksgiving es un pastel de manzana o pumking (calabaza), lo cual no es el caso en una cena de una familia Latina. Ahí se prefiere un flan, un pastel de tres leches o alguno otro postre tradicional de algún país latinoamericano.

Pero las diferencias entre un Thanksgiving tradicional y uno de una familia latina van más allá de la comida. El ambiente todo es de fiesta en un hogar latino. Fiesta en el sentido literal de la palabra: para bailar. Una fiesta además, que se inicia más tarde –o al menos el sentarse a comer-.  Lo de los latinos es verdaderamente una cena de no antes de las nueve de la noche. Nada que ver con la cena de Thanksgiving de las 5 o 6 de la tarde.

Otra diferencia entre un Thanksgiving tradicional y uno de una familia latina es el famoso juego por televisión. En lugar de que los hombres de la casa se sienten a ver el partido de futbo americano, la noche latina de Acción de Gracias es precisamente la fiesta de que se habló. A bailar, cantar y tomar.

Entre tanto familiar que asistirá a la cena latina de Acción de Gracias estarán las famosas tías que no se cansaran de preguntar a las jóvenes o no tan jóvenes mujeres de la familia cuándo se casarán.

O la despedida de la fiesta. Largos encuentros que duran una eternidad como pretexto para seguir conversando o seguir con la fiesta –y ponerse al día de todo el chisme sobre familia y amigos.

Y otro detalle, en este caso que quizá va a mucho al corazón de la celebracion. Así como en el tradicional Thanksgiving se da gracias tanto a lo que hicieron los originales indígenas con los recién llegados, como en general a todo lo que uno tiene ahora –familia, techo, trabajo, salud, etc.-, en mucha familias latinas también se agradece lo que se tiene, pero además se añade algo único a la experiencia inmigrante: se da las gracias a los que ayudaron para que la persona inmigrará a Estados Unidos.

En fin, los latinos también celebran Thanksgiving, solo que adecuado a las costumbres y tradiciones de la otra patria, de la otra cultura –de las que nunca uno se olvida.