Evelia Coyotzi lleva casi 20 años vendiendo tamales en esta esquina de Junction Blvd. 

“La necesidad de no tener trabajo entonces qué vamos hacer... y luego cuando uno vende que pasa que no hay licencias”, dijo Evelia Coyotzi, de Evelia's Tamales.

Se quedó sin trabajo después de los ataques del 11 de Septiembre. Evelia trabajaba en un restaurante de comida rápida. Al ver que tenia que pagar la renta, se le ocurrio cocinar y vender tamales en la calle. Empezó vendiendo en un carrito de compras, pero sin el permiso de la ciudad. Cuando gastó miles de dólares en un carrito ambulante, le salió que el permiso era falso. 

“Lo compre el carrito con el sticker, el sticker me salió falso", agregó Coyotzi.

Es la realidad para muchos vendedores callejeros que tienen que salir a vender sin permiso. Evelia ahora ha arrendado esté licencia por más de 8 mil dólares al año

“Hay otras personas como las personas que andan trayendo sus carritos... y si hay 'sticker' ellos no quieren pagar", dijo Evelia.

Evelia vende los tamales a un dólar y admite que la ganancia no es mucha. Pero el éxito del negocio es mantener los precios estables. Los tamales son preparados la noche anterior. Es un proceso que toma hasta 16 horas para cocinar unos 500 tamales que los vende en un dia. 

Evelia nos cuenta que el tamal más preferido por sus clientes es el de mole. Estos son hecho con harina de maíz, pollo y mole poblano.

“Son muy ricos, siempre todas las mañanas que paso por aca esta la linea inmensa porque los hace muy ricos la señora”, dijo Brisca López, una clienta. 

Con estos tamales ha criado a un hijo que está estudiando ciencias informaticas. Será el primero en la familia en graduarse con un título universitario.