Quedó desempleado y abrió su propio negocio de empanadas

Mario Vivas nunca pensó que el 2020 lo terminaría abriendo su propio negocio de empanadas argentinas, en el corazón de Manhattan.

Explica que era un sueño que siempre había quedado en el aire, pero se volvió muy real cuando de un día para otro se quedo sin trabajo.

"Fue una incertidumbre enorme. Fue como el primer día que me mude a New York.  Básicamente, fue como empezar de cero", explica Vivas.

El argentino vive en Nueva York desde hace nueve años y tenía una agencia de eventos y banquetes, un negocio incompatible con la pandemia.

Mario se vio sin clientes y tuvo que buscar otra forma de salir adelante: "Obviamente la desesperación y la frustración es lo primero que uno siente. Pero después, con el pasar de los días, me entró una necesidad de tomar acciones y de empezar a decir bueno qué es lo que podemos hacer, cuál es la solución".

Y una de esas soluciones fue cocinar comida casera a sus vecinos. La idea surgió cuando uno de ellos se contagió con el coronavirus y, como bienvenida del hospital, Mario le llevó una cena hecha por él.

Llegó a tener 30 clientes a quienes les cocinaba semanalmente. Pero Mario no quiso parar ahí.

Gracias a dos inversionistas, logró abrir su local en el Turnstyle Underground Market hace cuatro semanas.

"Estuve muy atento y muy abierto a las posibilidades y oportunidades que se me dieron y traté de apostar a eso y empezar un nuevo capítulo en el 2020", detalla este emprendedor argentino.

Para Mario esto es más que un negocio, es también una conexión con su país.

Él quería ofrecer sabores auténticos argentinos en Manhattan, que por lo general hay que viajar hasta Queens para encontrar.

Y siempre se quiso mantener fiel a la autenticidad de la empanada: "A veces, uno encuentra muchas situaciones en donde la comida sufre algunas alteraciones. Y dice 'ay, no es como mi país, el sabor no es como ella' y nosotros tratamos de hasta traer productos de Argentina como para tratar de mantener esos sabores".

En un año en el que muchos negocios están cerrando, Mario se siente orgulloso de poder estar aportando a la economía.

Así también se lo dijo el gobernador Cuomo, cuando le mando una carta felicitándolo por haber abierto su local. 

Si bien no se esperaba este final, asegura que no pudo haber habido uno mejor: "Siento que también ha sido un wake-up call y un buen momento de empezar nuevos comienzos, empezar nuevos capítulos, y esperar lo mejor".

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