Mientras los legisladores estatales continúan trabajando en la aprobación del presupuesto, cientos de trabajadores que no califican para recibir ayuda financiera por parte del gobierno federal han realizado una marcha de protesta en Albany.

Los manifestante exigen la inclusión en el presupuesto de una partida de 3 mil 500 millones de dólares para crear un fondo de ayuda económica para los trabajadores indocumentados que han perdido sus empleos debido a la pandemia.

Varios de estos trabajadores iniciaron una huelga de hambre hace 21 días para exigir la inclusión de los fondos.

"Todos los trabajadores merecen respeto, apoyamos la economía de este país. Queremos justicia", escribió en un mensaje en redes sociales la organización Make The Road NY, la que ha sido fundamental en el apoyo a los trabajadores.

"Hoy, fuera de la mansión del gobernador Cuomo los trabajadores excluidos y los que estan en huelga de hambre exigien el respeto y la dignidad que se merecen, y debe venir en un fondo de $ 3.5b (3 mil quinientos millones)", agrega la organización.

"Yo estoy aquí porque ya tengo un año que no tengo nada....aporto a este país", dijo una de las trabajadoras que protestaban.

Promotores de la medida indican que unos 275 mil trabajadores que no han recibido ingresos desde el inicio de la pandemia se verían favorecidos.

La protesta de los trabajadores y activistas que los apoyan, lo mismo que los líderes políticos que también han manifestado su apoyo a la creación del fondo de ayuda, vive en este momento horas críticas ya que es posible que el lunes en la noche se finalice el presupuesto estatal el cual incluiría el fondo para los trabajadores.

Según reportes de prensa, la discusión es sobre los detalles o el monto del fondo.

Habría acuerdo entre los demócratas -que tienen mayoría en ambas cámaras de la legislatura estatal- sobre la ayuda, la únicas diferencias son relativas a si será en el rubro de más de 2 mil millones o más de 3 mil millones de dólares.

La ayuda a los trabajadores inmigrantes y a otros que recién han salido de prisión y que tampoco han recibido ninguna ayuda del gobierno federal sería en dos frentes: un cheque similar a la reciente ayuda de 1,400 dólares que envío el gobierno de Biden a millones de estadounidenses y otra ayuda retroactiva al momento en que fueron despedidos de sus trabajos por la pandemia (que en algunos casos podría llegar a varios miles de dólares).

Una manera de cómo se financiaría este fondo es con aumentos en los impuestos a los más adinerados de Nueva York.

El gobernador Cuomo se ha opuesto a través de los años a este tipo de impuesto bajo el argumento que la gente más adinerada del estado se irá de Nueva York si los impuestos son muy altos.

Hoy sin embargo, se han dado dos nuevas realidades en la negociación del presupuesto. El gobernador está débil políticamente debido a los escándalos por las acusaciones de acoso sexual y el tema del manejo del número de muertes en los asilos de ancianos. 

Y por el otro, hay un grupo de izquierda o más liberal entre los legisladores demócratas que ha presionado con más fuerza para conseguir lo del fondo de ayuda y el aumento en los impuestos a los más ricos.

De aprobarse el fondo de ayuda a los trabajadores excluidos sería una medida sin precedentes en la nación ya que a lo más que se ha llegado es como en California donde se consiguió una ayuda a algunos inmigrantes pero ni de cerca en las cantidades que hoy se habla en Nueva York.

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