"Let’s go Mets baby, lets go Mets" (Vamos Mets).

Así volvieron más de ocho mil aficionados al Citi Field después de un año y medio en que los Mets no tuvieron público en su estadio. Por eso hasta el perro vestía los colores azul y naranja del equipo.

"Muy difícil, muy difícil ver esto en la televisión sin poder estar aquí apoyando al equipo", dijo un aficionado. 

Harris Artz cambió por un día su trabajo como camarero en el Yankee Stadium para animar al equipo de sus amores.

"Yo trabajo para los Yankees pero soy fanático de los Mets...Sentí como que no estaba aquí como hace unos 10 años, que calidad se siente, el día es bueno, es bueno para un día de beisbol", dijo Artz.

Harris trae su cartilla de que se vacunó ayer contra el coronavirus, pero lo que no sabía es que hasta no cumplir 14 días tras la vacuna necesita presentar una prueba negativa de coronavirus de no más de tres días.

La trae consigo dice Harris pero aun así debe ir a las carpas aledañas que puso el equipo donde cobran 30 dólares por prueba.

"Dicen que tengo que tomar uno nuevo, yo no sé que está pasando ahí 'man'. Ellos están diciendo que sí, ellos están diciendo que no", dijo Harris.

Ya adentro celebra el vuela bardas agónico de Jeff McNeil que empató el duelo en la novena entrada.

Al final los Mets ganaron 3 carreras a 2 a los Marlines de Florida, pero la polémica va más allá del mal desempeño del equipo en el diamante al interior de los vestidores.

Y es que a pesar de la videoconferencia en que especialistas explicaron el miércoles al equipo los beneficios de la vacuna, algunos jugadores han expresado al manager Luis Rojas que tienen dudas para vacunarse.

Cada equipo que vacune al 85% de sus jugadores podrá dejar de usar mascarilla en las bancas y no tendrán que guardar cuarentena si hay algún caso positivo en el equipo.

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