Para Gerald y Kay, el Madison Square Garden es su segundo hogar. Ambos recuerdan los tiempos antes de la pandemia en los que venían a trabajar aquí todos los días. Algo que el matrimonio extraña mucho.

"Me da una tristeza y a la misma vez alegría porque es como regresar a su casa pero no poder entrar todavía", dijo Gerard Cerda.

Aunque los juegos deportivos se han reanudado, no todos los empleados del estadio han podido volver al trabajo.

Gerard es vendedor de cerveza en el Madison Square Garden desde hace 28 años, y es uno de los cientos que no han podido regresar debido a los protocolos de seguridad por covid-19.

"Me encanta todo de este trabajo, la gente, los amigos míos que tuve durante tantos años. La vida, la energía con los equipos de baloncesto...Me hace falta, todo, todo", agregó Cerda.

Gerald y Kay se conocieron trabajando aquí. Llevan 22 años de casados y tienen tres hijos. Este último año han estado viviendo de los cheques de desempleo y de sus ahorros, por lo que tuvieron que poner sus planes como familia en pausa.

Kay.

"Mi esposo y yo estábamos ahorrando para cosas importantes en nuestras vidas...estábamos pensando mudarnos a una casa porque tenemos tres hijos y queremos tener una mejor vida para ellos", dijo por su parte Kay Marie García.

Kay pudo volver a su trabajo como camarera del bar en febrero cuando el gobernador Cuomo permitió la capacidad del 10 por ciento en los estadios y arenas. Pero Gerald aún sigue esperando.

"¿Quién quiere estar en su casa todo el día sin trabajar? Eso es algo que nosotros aquí en Nueva York hay que trabajar para comer bien y vestir los hijos, la renta", dijo Cerda.

Aun se desconoce cuándo el estado permitirá una mayor capacidad dentro de los estadios. Gerald dice que puede ser pronto siempre y cuando los ciudadanos sigan los protocolos de seguridad.

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