Comerse los tamales siempre será más fácil que prepararlos y es que, hoy en día, quién tiene el tiempo de hervir el maíz con cal para su nixtamalización. Es por eso que los expertos de Factory Tamal, una pequeña fábrica en el Lower East Side, se encargan de esta complicada tarea.

Fernando López, es el propietario de Factory Tamal, explica como hace este platillo: "Molemos el nixtamal que usamos para hacer nuestros ricos y sabrosos tamales".

El proceso de fabricación de los tamales es muy elaborado y puede llevar varias horas. Pero según los expertos, solo así se consigue un sabor que sea auténticamente mexicano. Lo primero que se debe hacer despues de cocinar los granos de maíz, es triturarlos en un molino eléctrico.

El siguiente paso es refinar la molienda para tener la harina lista, aunque por el momento todavía falta mucho por hacer: lavar cuidadosamente las hojas del maíz y comenzar a mezclar los ingredientes para tener la masa de los tamales. De acuerdo con la receta de Factory Tamal, primero se pone la manteca en un recipiente y se le va agregando la harina que ya se tiene; se le añade caldo, que puede ser de pollo, cerdo o res, según el gusto y se debe batir hasta lograr una buena consistencia.

"Este es el momento donde comienza el arte del tamal. Que es armar el tamal y ponerlo en la olla para que se cocine", comenta el propietario oriundo del estado mexicano de Puebla.

Y aunque pudiera parecer sencillo, se require destreza al aplicar la masa a la hoja de maíz y luego ponerle el relleno que ya se tiene cocinado desde antes. Una vez doblada la hoja se coloca en una olla vaporera para que pueda comenzar a cocerse.

"Pienso, desde que me metí en el mundo del tamal, pues que hacer tamales no solamente es comida, sino que es arte. Arte que expresa tu carácter, que expresa tu buen humor y tu simpatía por las cosas", detalla López.

Los cocineros en Factory Tamal son muy cuidadosos y siguen su receta sin apresurarse. Es por ello que comienzan su labor desde muy temprano, pues los tamales se cocinan diariamente para conservar el mejor sabor.

Una vez terminado todo el proceso: "Ya estamos listos para servir los tamales. Y ahora pues vamos por el momento de la verdad para ver qué tal nos quedaron", explica López.

Y después de una intensa jornada culinaria, finalmente estos tamales poblanos llegan a la mesa para ser degustados y hacer la delicia de los paladares más exigentes.

Para el empresario de Factory Tamal quiere que los neoyorquinos consideren a los tamales como un platillo exquisito dentro de la gastronomia mexicana: "Creo que los tamales son una comida muy rica y también pues me enorgullece traerlos hasta Nueva York y brindárselos a la gente".