En el interior de una corte federal en Brooklyn, Genaro García Luna se enfrentaba este martes por segundo día al juicio en su contra. 

Quien en su día fue jefe de seguridad de México, enfrenta cargos por aceptar sobornos para ayudar a los cárteles a enviar droga a Estados Unidos. 

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Un caso que está siendo observado de cerca por algunos mexicanos aquí en Nueva York.

"Queremos justicia de nuestro país, que hubo bastante corrupción en los gobiernos antepasados", dijo Rosalía Monroy.

García Luna está acusado de aceptar millones, usando su posición para compartir información con el Cártel de Sinaloa y ayudar en el paso de drogas a través de la agencia de seguridad que él supervisaba. 

Su defensa sostiene que el exfuncionario se dedicó por años a encarcelar a líderes del cártel quienes ahora buscan venganza testificando contra él. 

Uno de ellos, Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, un ex policía reconvertido en líder del cártel testificó en esta primera fase del juicio que cuando García Luna asumió su cargo el cártel pudo expandirse y obtener mayores ganancias. 

Inmigrantes mexicanos siguen de cerca estos testimonios.

 
Monroy.

 

"Un testigo alias El Grande, diciendo que le entregaban bastante dinero, que las camionetas no alcanzaban para poner todo ese dinero que metían en camionetas. Óigalo, sabe que cuando yo escuché eso a mí me indignó, mientras que mi gente en México no tenía ni para un kilo de tortillas o pan para darles a sus hijos", agregó Monroy.

García Luna es el funcionario mexicano de más alto rango en enfrentar un juicio en una estadounidense por cargos de narcotráfico.

"Quisiera que se hiciera justicia, que él pusiera los nombres sobre la mesa, que él dijera en realidad la realidad de México, toda la corrupción que se ha vivido", dijo por su parte Ada Ovana.

Se espera que el juicio se extienda a lo largo de las próximas ocho semanas.

La gente con la que hablamos esperan que haya justicia.

Afuera de la corte.