Jóvenes hondureños

Jose Javier Matas y Ronaldo Rivera fueron detenidos por autoridades de inmigración al tratar de cruzar la frontera hace casi dos años. 

Hasta hace poco, los jóvenes hondureños permanecían en un centro de detención de Nueva Jersey por no tener familiares aquí en el país.  Hoy nos relatan cómo vivieron en esa instalación.

Ronaldo Rivera, explica: "Nos tratan mal a uno, como si fuera un delincuente". Mientras que José Javier Matas, añade: "Comida que creo que un canino come mejor que uno ahí adentro".

Por los últimos tres meses, estos jóvenes viven en la casa pastoral de la iglesia St. Peter's de Manhattan. 

El padre Fabián Arias, quien por más por de diez años ha ayudado a muchos jóvenes como ellos, les sacó del centro de detención y les ofrece un hogar mientras se resuelve su situación migratoria.

De acuerdo con el sacerdote Arias: "Para tratar en primer lugar de que vivan en condiciones dignas. De trabajar por sus derechos, trabajar para que puedan vivir con dignidad e igualdad de condiciones".

José Javier Matas nos relata que huyó de su país por la violencia. Dice que las pandillas querían reclutar a la fuerza y ahora pide asilo político: "Si uno no acepta, pues, hacen por matar a tus hermanos, a mi mamá hasta terminar contigo".

En los últimos días la administración Trump ha recibido duras críticas por la implementación de cero tolerancia contra inmigrantes en la frontera y por la separación de niños pequeños de sus padres.

Este miércoles el Presidente tomó acción, firmando un decreto que mantiene las familias juntas, mientras son detenidas.

"Y eso es lo que no queremos que separen a las familias porque sufren mucho los niños", apunta Ronaldo Rivera.

Y según el padre Fabián, la orden ejecutiva del presidente Donald Trump para evitar la desunión de familias inmigrantes en la frontera continúa siendo inhumana.

"Está bien no los separamos pero encajamos a la familia. La separamos y la aislamos a la familia. Por eso digo me parece que son políticas que van aparte en contra de los derechos humanos", concluye Arias.

 

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