Pese a que a partir de este lunes la obtención de la residencia permanente podría complicarse luego de que oficialmente comenzó la implementación de los controvertidos cambios de la llamada regla de Carga Pública, funcionarios de la Ciudad dicen que la lucha sigue.

Continuamos luchando esa regla en las cortes. Eso no ha terminado porque continúa el caso contra la regla y nosotros tenemos confianza de que esa regla no es legal y al final vamos a ganar”, aseguró Bitta Mostofi, comisionada de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes del Alcalde.

Si bien aún falta conocer este resultado, Mostofi explicó durante una mesa redonda con otros funcionarios de la ciudad y del estado, que la pelea legal es solo una de las armas que la Ciudad está usando. 

La otra es brindar información clara en las comunidades.

“Nosotros hemos trabajado contra esta regla por años y trabajando con organizaciones en las comunidades y abogados”, agregó Mostofi.

Un trabajo que asegura la funcionaria, busca aclarar que la carga pública no se aplica a todos los inmigrantes o que no es un factor a la hora de solicitar la ciudadanía.

“Tenemos nuestra línea informativa en que un neoyorquino puede llamar y saber realmente si esto afectará mi caso de inmigración o no y la respuesta la mayoría del tiempo lo que nosotros hemos visto es que no”, dijo Mostofi.

Y pese a que con panfletos como estos la Ciudad ha estado compartiendo información para tratar de apaciguar el temor en comunidades inmigrantes, algunos líderes explican que este es el momento preciso para duplicar estos esfuerzos.

Sobre todo para tratar de prevenir que más personas cancelen los beneficios públicos a los que son elegibles.

“Hay mucho temor ahora e incertidumbre por parte de cómo van a pasar las cosas, pero debe saberse que no debe dejar los benficios ni dejar de pedir la residencia antes de hablar con un especialista para ver si aplica su caso o no”, dijo el abogado Hassan Shafiquillah, de Legal Aid Society.

Por ahora la Ciudad dice que su plan también incluye el incremento de visitas a despensas de alimentos, lugares donde inmigrantes van a comprar comida con cupones de alimentos, al igual que foros informativos en hospitales públicos y sitios de culto.