Abraham entró en un edificio en la calle 180 casi esquina con Amsterdam para drogarse.

En el interior se encontró con un espacio limpio, iluminado y atendido por profesionales médicos que a partir de ahora intervendrán para frenar sobredosis en sus instalaciones.

"Estuvo perfecto, ciento por ciento, todos lo hacen sentir a uno como si fuera familia", dijo Abraham Tavares, usuario de drogas y participante en el programa OnPoint NYC.

Con sucursales en East Harlem y Washington Heights, la organización OnPoint NYC abrió sus puertas el martes a todos los neoyorquinos como los primeros a nivel nacional en poner en marcha la iniciativa que hasta ahora sólo ha sido evaluada en ciudades como Philadelphia, San Francisco, Boston y Seattle.

"Es causa de emoción poder usar herramientas basadas en evidencia para combatir la crisis", dijo su directora ejecutiva Kailin See.

Quienes acuden a los centros son tratados como participantes y no como enfermos. Se les proveen asesoramiento en tratamiento de adicciones, canalización a trabajadores sociales, programas de alimentación y otros servicios.

Materiales para la atención de los usuarios.

 

Hay material y personal médico preparado para intervenir de inmediato en las cada vez más frecuentes sobre dosis causadas por sustancias sintéticas —principalmente el fentanilo— agregadas a otros narcóticos.

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Al lanzar el programa a escasas semanas de que termine su administración, el alcalde Bill de Blasio y el comisionado de Salud indicaron que la crisis de opioides debe enfrentarse simultáneamente a la pandemia.

Algunos vecinos se oponen a que las sedes estén tan cerca de su entorno.

"Está cerca de ese parque y como quiera, no limpian tampoco, porque las jeringuillas se encuentran donde quiera aquí", dijo una vecina.

Lo que nos trae de vuelta a Abraham.

Usuario.

 

"Antes tenía que hacerlo en la calle, no era muy seguro y uno no quiere que la gente vea lo que uno está haciendo", agregó Tavares.

Sin contar el que la ley federal prohíbe operar un espacio para el consumo de drogas.

Henry — que trabaja al lado del centro— y otros, ven su operación como necesaria; o por lo menos, no peligrosa para los demás.

"Si necesitan ayuda con lo que ellos necesitan ayuda, que vengan a hacer lo que necesiten hacer aquí".

Más de 2,000 personas en Nueva York perdieron la vida por sobredosis tan solo en el año 2020, lo que significa la cifra más alta desde que la ciudad lleva estos registros hace 21 años.

Por otra parte, la directora de estos centros nos dijo que tan sólo en la sucursal de Washington Heights, el martes lograron intervenir y salvar la vida de cinco personas que sufrieron sobredosis, además de incluir a otros 85 participantes que recibirán sus servicios.